Cuando me fui a trabajar a Santander me lleve un bonito cuaderno que me regaló un editor, con la idea de realizar un cuaderno de viajes. Las circunstancias y mi poca constancia consiguieron que solo realizase dos.
Vistas desde el albergue en el que estuve los primeros días:

Y compi de feria en uno de esos largos tiempo donde no pasaba nadie por alli: